Los relojes de cuarzo revolucionaron la medición del tiempo en el siglo XX. A diferencia de los relojes mecánicos, que dependen de una red de engranajes y muelles, los relojes de cuarzo usan las vibraciones naturales de un pequeño cristal de cuarzo para mantener la hora.
Cuando una corriente eléctrica atraviesa el cristal de cuarzo, este vibra a una frecuencia increíblemente constante—32,768 veces por segundo, para ser exactos. Estas vibraciones las mide un circuito, que las convierte en pulsos eléctricos regulares. Cada pulso mueve las agujas del reloj con precisión una vez por segundo.
Esta innovación hace que los relojes de cuarzo rara vez se desvíen más de unos pocos segundos al mes, convirtiéndolos en algunos de los relojes más precisos para el uso diario.
En Nordgreen, nuestros relojes de cuarzo —como las Native y Philosopher— abrazan esta mezcla de precisión y minimalismo. Cada reloj monta un movimiento de cuarzo japonés de alta calidad, que garantiza exactitud sin renunciar a un diseño escandinavo atemporal.
Desde las líneas delgadas y discretas de la Native hasta la esfera asimétrica y distintiva de la Philosopher, cada detalle está diseñado para celebrar el equilibrio: entre tecnología, diseño y propósito.