Antes de empezar, es importante entender que las superficies de acero inoxidable varían en acabado: algunas están pulidas y son como espejo, mientras que otras tienen un cepillado con textura mate. Esto determina qué método funcionará mejor.
Para acero inoxidable cepillado, un paño de microfibra y un pulidor de metales no abrasivo son ideales. Aplica una pequeña cantidad de pulidor y frota suavemente en la dirección de la veta. Usa siempre una presión ligera y uniforme para mantener la textura del metal.
Para acero inoxidable pulido, utiliza un paño para pulir joyas o un limpiador especializado para acero inoxidable. Trabaja con movimientos circulares y suaves para pulir rasguños menores. Los arañazos profundos pueden requerir atención profesional para asegurar que la superficie quede pareja y reflectante.
Por último, limpia la superficie con un paño suave y sin pelusa para eliminar cualquier residuo. Esto no solo mejora el brillo, sino que también ayuda a protegerla del desgaste futuro.
En Nordgreen, nuestros relojes de acero inoxidable — desde la minimalista Native hasta la llamativa Philosopher — están diseñados para durar. Cada reloj se fabrica con materiales de primera calidad y principios de diseño escandinavo pensados, lo que hace que su mantenimiento sea fácil y gratificante.
Para conservar su aspecto refinado, recomendamos limpiar el reloj cada pocos meses con un paño suave de microfibra y evitar los productos químicos agresivos. Rutinas sencillas como ésta no solo protegen el reloj, sino que realzan su belleza natural con el paso de los años.